lunes, 30 de julio de 2007

Desafí@ a los gigantes


El film Desafío a los gigantes, dirigida por Alex Kendrick, 2006, cuenta la historia de Taylor Grant que, en sus seis años como entrenador de Fútbol americano, jamás ha podido llevar a su equipo a lograr una victoria. Como si esto fuera poco, su vida personal también esta en crisis ya que desde hace cuatro años están buscando un hijo con su esposa, pero lamentablemente el hijo no llega. La presión es fuerte y la idea de renunciar jamás había sido algo tan fácil. Pero su forma de ver las circunstancias cambia totalmente cuando el inesperado Sr. Bridges entra en su oficina y lo reta a confiar en el poder de la fe, lo cual le hará descubrir su fuerza para seguir adelante. Antes de irse, el Sr. Bridges, entre otras cosas, le dice: “Hasta que el Señor lo mueva, tendrá que florecer donde el Señor lo planto”. “Había dos granjeros que necesitaban desesperadamente que lloviera. Ambos rezaron para que lloviera, pero sólo uno de ellos salió y preparó la tierra para la lluvia”. “¿Cuál crees que confiaba que Dios le enviaría la lluvia?, le pregunta el Sr. Bridges a Taylor…

En la vida de Taylor Grant nada funciona. La cocina no funciona. Tiene una gotera en uno de los cuartos de su casa. La secadora funciona a veces. El auto no enciende y hasta se rompió la cocina. Para colmo, el mejor jugador de su equipo, Darren, se cambió a un equipo contrario. Llega el momento cuando el abatido Taylor, rodeado de un contexto adverso, se pregunta: “¿Qué quiere Dios? ¿Por qué es tan difícil?” Acá no termina, acá comienza todo. Mientras su esposa duerme, Taylor se levanta a las tres de la mañana a leer la Biblia y orar. Su esposa se despierta y cuando ve a su esposo leyendo la Biblia, comienza a orar también. Desde ese mismo instante sus vidas están en las manos de Dios. Taylor le pide a Dios una señal. Por otro lado, David Childers, un jovencito que se siente inferior y débil, va con su padre a hablar con el entrenador ya que desea jugar en el equipo. Taylor le da una oportunidad. En una conversación que David tiene con su padre, David dice que él no es capaz de nada. Entonces, su padre le dice que nunca permita que nadie le diga que no es adecuado, de segunda categoría o inferior. En otra oportunidad también le dice que sus actos siempre serán el reflejo de sus creencias.Los milagros comienzan a suceder. Después de varias derrotas, el equipo de Grant, Las Águilas, comienzan a ganar. “La actitud es el aroma del corazón”, le dice Taylor a sus jugadores. “Nehemías tenía la tarea de construir un muro alrededor de la ciudad. Pero no tenía suficiente gente, ni recursos ni tiempo. Cada uno construyó la parte del muro frente a su casa. Lo construyeron en tiempo récord y eso es lo que ustedes harán”. Al oír esto, los jóvenes se ven alentados y comienzan a sacar lo mejor de si mismos. Y ganan una y otra vez hasta que llegan a la final. Cuando termina el primer tiempo de la final, el equipo contrario, Los gigantes, van ganando por apenas tres puntos. Los jugadores del equipo de Grant están cansados, pero el entrenador les dice a sus jugadores: “No podemos superarlos en velocidad, pero si en astucia”. Y cuando Las Águilas salen a la cancha, sus deseos de ganar están empapados de determinación. Uno de los relatores del partido, dice: “Las Águilas muestran la determinación de un equipo del doble de su tamaño”. Casi a punto de terminar el partido, con apenas segundos, David Childers patea el valón por última vez, convirtiendo un gol de cincuenta y pico de yardas, lo cual jamás había hecho. Entonces, el equipo de Taylor se consagra campeón a nivel estatal. Como si esta victoria fuera poco, la esposa de Taylor queda embarazada y en la última secuencia del film, (Luego de dos años), Taylor esta sentado en una mesita junto a su primogénito de dos años, su esposa esta embarazada nuevamente y en la pared, junto a varios trofeos de recientes victorias, hay un pequeño cuadro con esta frase: “Todo es posible junto a Dios”.

El film nos enseña que cuando realmente confiamos en Cristo, Dios conspira para que podamos realizar nuestros sueños. A pesar del rigor de la circunstancias, el amor de Dios es infinitamente oportuno. Las cosas suceden por alguna razón. En efecto, a veces parece como que todo lo creado conspira en nuestra contra y ahí nos preguntamos lo mismo que se preguntó Taylor: “¿Qué quiere Dios? ¿Por qué es tan difícil?”. Pero estas son las preguntas equivocadas ya que lo debemos preguntar es: ¿Hay algo imposible para Dios? La realidad es que confiar en Dios incluye una serie de etapas que exceden nuestra comprensión. Y muchas veces, el propósito de las circunstancias es reconducirnos, una y otra vez, al camino de la fe. Las circunstancias tienen el propósito de enseñarnos a poner a Dios en primer lugar. Con fe podemos adaptarnos a las circunstancias y aprovechar las oportunidades. De la misma manera que David venció al gigante Goliat, nosotros, si confiamos en Dios, podemos vencer a nuestros gigantes personales. En fin, las circunstancias que aparecen en nuestras vidas son puestas por Dios para reconducirnos al camino de la fe, surgen para que podamos aplicar su palabra a nuestras vidas, surgen para enseñarnos que para Dios no hay nada imposible.

Julio césar cháves escritor78@yahoo.com.ar

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