sábado, 23 de junio de 2007

Mis pensamientos y Dios...por César Garza


MIS PENSAMIENTOS Y DIOS...

Isaías 26:3
¿Te has puesto a pensar alguna vez acerca de lo maravilloso que es tu cuerpo? Tu eres una maravilla creada por Dios, y todos nuestros órganos funcionan perfectamente en armonía.
Nuestro cerebro es la mas asombrosa y sofisticada computadora que puede existir; cada parte del cuerpo recibe órdenes del cerebro para moverse y no sólo eso, es ahí donde tienen lugar nuestros pensamientos. Los pensamientos son ideas que llegan a nuestra mente, las cuales podemos analizar, comparar y estudiar para tomar una decisión, llegar a una conclusión o formarnos una opinión; éstos pueden venir de nuestro espíritu, alma o cuerpo. Tus pensamientos son importantes porque te llevan a tomar decisiones, y si tu quieres estar bien con Dios y vivir como él quiere, necesitas una conciencia limpia y una mente renovada.
Hablemos de cosas básicas e importantes. Hay una palabra que no nos gusta oír mucho porque casi siempre la relacionamos con reglas y prohibiciones. Es la palabra P-E-C-A-D-O.
La palabra pecado significa en esencia fallarle al blanco.
Nuestro blanco u objetivo es agradar a Dios con todo lo que hagamos, y cuando no lo hacemos estamos pecando contra Él. Dice la Biblia en Colosenses 3:2 poner la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Entonces si mis pensamientos me llevan a tomar decisiones, cada decisión que tomamos en nuestra vida es como un dardo que tiramos; y si nuestros pensamientos no son agradables a Dios, con seguridad le vamos a fallar al blanco. El pecado es algo muy grave; Dios aborrece el pecado. Todos nosotros somos pecadores desde que nacemos y el pecado nos separa de Dios; pero aun cuando todos somos pecadores, Dios nos ama tanto que mandó a su hijo Jesús para que Él cargara con todos los pecados de todo el mundo y así salvarnos de la muerte eterna que merecíamos en el infierno por ser pecadores. Jesucristo murió por nosotros, pero luego resucitó de los muertos y ahorita Él está vivo. Si tú lo invitas a vivir en tu corazón y le pides que te perdone tus pecados, Él viene y limpia tu corazón, te hace una nueva persona y te da vida eterna.Pero, ¿Cómo le hago para no pensar en cosas malas?
Recuerda que nuestra mente es una supercomputadora. Las computadoras no funcionan si no se les mete información primero. Dependiendo de la información que la computadora reciba van a ser los resultados. Lo mismo sucede con nuestra mente. Constantemente tú y yo estamos recibiendo información por medio de nuestros sentidos, principalmente la vista y el oído.
El pecado empieza por un pensamiento(ver Santiago 1:13-15).
Si yo lleno mi computadora de imágenes, palabras, canciones y otras cosas que no le gustan a Dios, es muy probable que voy a cometer pecado, o sea que le voy a fallar al blanco; pero si lleno mi mente con pensamientos de Dios (la Biblia, libros y música cristiana) y si llevo una vida de adoración, lo mas seguro le voy a dar al blanco, Dios va a estar contento con mi vida y me va a bendecir más. Nuestra mente a veces se convierte en un campo de batalla entre las cosas de Dios contra las de nuestra carne, las del mundo y las de Satanás. Esta guerra se llama tentación.
¿Qué es realmente la tentación?.Una tentación es cuando recibimos sugerencias, ideas o pensamientos malos en nuestra mente con el propósito de estimularnos y convencernos de para que nuestra voluntad se rinda y diga sí al pecado. Satanás, el padre de la mentira, anda como león rugiente buscando a quien
devorar (1ª de Pedro 5:8), él siempre quiere engañarte para que desvíes tu mirada de Dios y atraparte en su celda.
¿Entonces qué hago cuando vengan esos pensamientos?
En el momento en que llegue un pensamiento que sabes que no le agrada al Señor, no le des vueltas en tu cabeza; dice la Biblia que debemos derribar argumentos y toda altivez que se levante contra el conocimiento de Dios, y llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo (2ª corintios 10:5). En otras palabras, tienes que tomar ese pensamiento, golpearlo, ponerle unas esposas, luego encerrarlo en una celda y tirar la llave al fondo del mar.Dios también nos dice en su palabra que no debemos proveer para los deseos de la carne (Romanos 13:14) para mantener nuestra mente limpia de contaminación. Cuida tus ojos y tus oídos de toda pornografía, perversión, satanismo, etc. porque hay tanta basura que pasan por la televisión y el radio que te puede destruir.
Si realmente quieres morir a la carne, pues ¡deja de darle de comer! El mundo va a tratar de convencerte de que el pecado no es tan malo; “ mira, lo hacen, es normal, que tiene de malo decir una mentirilla o fumarte un cigarro, decir groserías o emborracharte, tener relaciones sexuales antes de casarte, etc. ” Pero siempre recuerda cual es el fin del pecado: muerte eterna; separación eterna de Dios, condenación.
Checa lo que dice en 1ª de Juan 2:15-17 “No améis al mundo, ni a las cosas que están en el mundo.” Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no esta en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Dios te dará la fuerza para soportar la tentación y también te mostrará la salida (1ª Corintios 10:13). Él es poderoso para guardarte sin caída y presentarte sin mancha delante de su gloria con gran alegría. Si tu no te sientes limpio delante de Dios, en este momento confiesa tus pecados delante de tu creador. Él es fiel y justo para perdonarte y limpiarte de TODA maldad.
Jesucristo ya pagó por tus faltas, recibe ese perdón en tu corazón. Jesús te ama y se interesa por tu vida. Pídele que Él sea tu Señor, o sea, el dueño de tu corazón; no hay mejor decisión que puedas hacer. Llénate de la Palabra de Dios (la Biblia), medítala, memorízala,
obedécela y guárdala en tu mente y en tu corazón. Es un tesoro...


Fuente: alasdeaguila.com

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